A ti que sólo te ves a ti misma, soberbia, arrogante.
Que te escondes de forma altiva en tus entrañas,
experta eres de la falacia y el desdeño sobre la opinión ajena.
Siempre te alimentas absorbiendo al más débil,
con tu alquitrán pegajoso sembrando dudas y abandono.
Pero no te das cuenta de que en el laberinto de tu mente
anida tu propia desdicha, confusión y fracaso.
Por ello, cuando tú niegas voz y trabajo al esfuerzo desinteresado,
se te cae la careta humedecida en el sudor de tus angustias.
Por suerte, la grandeza del ser humano te superará
y así te verás hundida en la ciénaga de ti misma.
Sin embargo, el ser humano mayoritariamente es bondad, trabajo y respeto.
Por ello, a ti soberbia, sólo nos cabe abrir nuestra mano,
y, si es tu deseo, contagiarte del rigor del librepensamiento.
La vida es un conjunto de sonidos vocales, que conforman un ser humano capacitado y que construye su armonía con el valor de la experiencia y la búsqueda de la sabiduría.
Jesús Aznar (1-2-2019)
Si me muevo con aire entre los juncos, éstos me golpean. Hasta en los rincones más espesos siempre hay un camino menos agreste, sólo hay que proponerse encontrarlo. Esto no es nada difícil. Lo tienes diseñado en tu conciencia.