Poesías

Cultivar los valores en general… amor, fraternidad, tolerancia, respeto… trabajar por lo que nos une por encima de otros intereses, es como subir peldaño a peldaño una escalera, donde al final el esfuerzo se ve recompensado. Allí están otros que te dan  su mano para llegar a un rellano donde se cultiva la calidad humana, la paz y la libertad. 

 

Mi fuerza es mi conciencia y tú, que careces de ella, no eres nada. Eres tan débil que no das la cara. Te has hecho virtual ocultándote en la oscuridad, pero no te has dado cuenta de que no eres nada más que chatarra.

Erguido para no vivir de rodillas

Valores que crujen bajo el caminar de los pies,

que el polvo y el barro envuelven para no sentirlos.

Aún así lanzo mi voz, para decir “cogedlos”.

Millones de gargantas roncas que se agitan por un tiempo que nunca termina.

Por ello, mis pulsaciones se aceleran más allá del hueco de mi pecho

y, con los brazos caídos ante la impotencia de un peso abrumador

que nos envuelve en un mundo virtual, hay consignas que invaden nuestro cerebro.

Son el peso sobre nuestros hombros de las manos que se ocultan en la oscuridad.

Así, golpe tras golpe, con la frente pegada a la chatarra plastificada.

Sólo se oye el crujir del ronquido escénico de la vulgaridad embrutecida.

Hay que dejar de ser instrumentos al servicio de esa orquesta distorsionada.

Resurjamos con nuestras diferencias y hagamos que impere la grandeza.

Y así, de nuevo, quedará el valor de la palabra, el encuentro con un abrazo desinteresado.

La mirada en los ojos de quien quiere decirte algo.

La joya que encanta a quienes caminan dejando huella a su paso.

Con el respeto mutuo, nuestra comunicación será el vínculo que fluirá con armonía.

La naturaleza y nuestra conciencia serán el péndulo de nuestros movimientos.

Hay que volver a la vida, sentir el aire, el frío, el calor, estar vivo.

Ver el horizonte con el brillo del sol y la luna mirándonos en la noche oscura.

Con la fuerza del amor, la sonrisa y con nuestra cara relajada nos emanciparemos.

El deber, la cortesía, la prudencia y la sinceridad serán nuestra morada.

Nuestra rodilla no estará clavada en el suelo y avanzaremos erguidos libres de peso.

Y, por fin, la Humanidad lanzará un “puedo, tú no eres nada, soy y seremos libres”.

Sentado y con los codos sobre la mesa, me siento abrumado sobre lo que he escrito. Pero con el convencimiento de que el hombre, con la fuerza de la razón y la paciencia en la espera, es capaz de hacer débil a aquellos que quieren pasar por encima de los demás, sin ser reconocidos.

Jesús Aznar (1-2-2018)

 

Te ofrezco mi mano

La mano tiene que ser la fuerza que une al estrechar la de otro.

Tiene que estar siempre para sostener a quien corre el riesgo de caerse.

Nunca debe emplearse para destruir, sólo para construir, ser más creativos y libres.

Te ofrezco mi mano para sentir el latido de tu corazón.

Al percibirla, mezclamos el calor de ambas manos, dándonos energía.

Alejándonos de la soledad de cualquier día de oscuridad o desasosiego.

Además, te ofrezco mi mano como si fuera tuya para pasar las páginas de la vida

Y desentrañar tus vivencias que te harán más fuerte al compartirlas con otros.

En ellas habrá sabiduría y secretos que desconocían.

Pero si algún día te flaquean las fuerzas, no desfallezcas, tendrás mi mano.

En ella encontrarás siempre ese amigo, que te ayudará a pesar del riesgo que tengas.

Si en el recorrido de la vida te confundes de camino, mi mano sostendrá luz para que veas.

También te digo que no tengas temor a lo desconocido. 

Allí hay secretos, que así podrás desvelar. 

Y puedes entregar mi mano a tus amigos, para que aplauda todo lo bueno de la vida.

Y así, todas juntas, puedan ayudar a los más débiles si lo necesitan.

Decirte que nunca hay que pedir prebendas por ello, éstas se consiguen con perseverancia y esfuerzo.

Y al darte mi mano, ésta se llena de música de paz y vida.

Por todo esto, te la entrego. Nada te pido a cambio, sólo el calor de tu mano.

Sujétate a la mano de la Humanidad. Considérala como un hermano. Sigue con paso lento. No permitas que las prisas sean tu mayor enemigo. Éstas sólo hacen que tu tiempo dure menos que el último aliento.

Jesús Aznar-25-1-2021

 

UNIR es una fuerza sin odios ni fronteras

Respetar las ideas con ética constructiva.

Desechando el veneno del odio que corroe la sociedad.

Fomentando el diálogo y la concordia.

Considerando a todos los seres humanos hijos de la madre tierra.

Perdiendo el miedo para tomar las decisiones más justas.

Sabido es que con gritos y malas formas la palabra no tiene ningún valor,

ni posibilidad de que tenga ningún eco.

Nuestros pies solo pisarían tierra quemada, sin que gemine nada.

Por eso contra el odio, hay que tender puentes.

Unir es la palabra que utiliza el sabio, sin necesidad de hacer nada.

La palabra y los pensamientos son más precisos, si van al unísono con la razón y el sentimiento que nacen de cada latido de nuestro corazón.

Si somos capaces de mover la palanca de nuestra vida con el mínimo esfuerzo, no conoceremos el cansancio.

Jesús Aznar – 3-6-2020 

 

Confinamiento y la voz de la conciencia

Creer en el ser humano.

Manteniendo el interés por nuestra especie.

Con más generosidad y menos egoísmo.

Ser sabedores de que la acumulación de riqueza no es vivir más.

Ser capaces de hablar con nuestro yo, caminando hacia la verdad.

Y cuando miremos a alguien, que lo hagamos de frente, no hacia otro lado,

antes de que el egoísmo nos acorrale, sin ver nada más, buscando entender al otro.

Por ello, hay que organizarse, con voluntad de conseguir el fin propuesto,

haciendo las cosas, sin perjudicar a otros.

Porque si el egoísmo nos acorrala, no veremos nada.

El tiempo nos demuestra que cuando algo quema la culpa la tiene el Estado,

pero cuando algo está templado o frío, entonces lo recogen los de siempre.

Así es sabido que la verdad es el primer muerto en todas las batallas.

Hay que ser un resistente para dejar parte de nuestra libertad por un bien común.

La vida es un recorrido tan efímero, que ni tan siquiera supera una envoltura de viento.

Pisa fuerte sin hacer daño, dejando huella, y tu vida habrá merecido la pena.

Jesús Aznar-1-4-2020-Gran Maestro de la Gran Logia de Aragón-Gran Oriente de Aragón

 

Un profano y un masón

Me encontré contigo una mañana o una tarde.

Hablamos varias horas junto a un café o agua mineral.

Parecía que nos conocíamos de siempre.

Nuestra conversación generaba confianza.

Así nos conocimos y supimos quién era yo, quién eras tú.

Pero ese encuentro y su razón de ser tan importante,

culminó cuando nuestras gargantas expresaron

contenidos no habituales de cómo cultivar la fraternidad,

practicar la moral, interpretar símbolos y alegorías,

ser filántropo, estudioso, constante, prudente de las imperfecciones,

también  del influjo de las pasiones y de los  obstáculos que nos parecen insuperables

 y que no son otra cosa que pequeñas dificultades

que con la práctica y la experiencia se resuelven con facilidad.

Sólo hay que despertar en nuestra mente el significado de cada causa vivida

y así iniciar un camino capaz de comprender que todo pasa y se supera;

también los abismos que nos abre la sociedad,

fanatismo, ignorancia, superstición, envidia, intolerancia,  ambición…

Siguiendo nuestra conversación después de varias horas                                                   

comentábamos que nos daba la impresión que el tiempo no hubiera existido

y aun así parecía que no deseábamos terminar nuestra conversación.

Había una necesidad de expresarnos sobre lo que une por encima de las creencias,

Siendo, sin lugar a dudas, la piedra angular para hacer posible lo anterior.

Por ello le comenté que en nuestras reuniones trabajamos para perfeccionarnos,

nos inspiramos en la frase de Sócrates: Conócete a ti mismo.

Estudia, practica y observa. Para mejorarnos: Noscete Ipsum.

Al final me preguntaste que tenías que hacer para compartir estos ideales.

Te dije:  sé sinceró contigo mismo, sin sectarismos, sin intolerancias,

no veas el mundo por una ventana estrecha, ni con oscuridad;

 hay que ver el mundo en su totalidad, aun sabiendo que  la vida tiene luces y sombras.

Si estás convencido de que esto es lo que buscas, estrechemos nuestras manos

y con ellas sellemos reconocernos como canteros del amor y la fraternidad.

Cuando duermo soy libre de influencias, pero no me entero. Me queda en la memoria. Lo más importante, el despertar para saborear la vida.

 Jesús Aznar 

 

Somos tan vulnerables que incluso los gestos o muecas pueden influir y  cambiar  una acción o decisión, que modifiquen cómo puede ser nuestra vida.

 Porque eres así, sí nos gustas

Cansancio, angustia, engaño, trilogía ruin que desestabilizas

las esperanzas de los que de buena fe, te depositan su confianza.

Te ocultas en un envoltorio de verbo fácil,

intentando hacernos vulnerables a todos los vientos.

Sin embargo, eres tan ordinaria en tus contradicciones,

que ni tú misma te crees esa retahíla llena de impropiedades.

Tu rostro es una pantalla de gestos y muecas que te delatan,

quieres dar apariencia de una luz que alumbre mejores tiempos,

sin darte cuenta que la corriente de tu falsa puerta te apaga.

Me das pena, te veo metida en una jaula, solitaria y desconectada.

Perdóname si te digo que tu peor enemigo eres tú misma.

Si evitas la charlatanería y las palabras injuriosas, podré comprenderte.

Yo siempre confío que cambiar sí que es posible, ser moderado y desterrar los odios.

Ese es el camino en el que tú, yo y todos, podremos encontrarnos.

 Una palabra que des a otro en un momento de desconcierto y sufrimiento,  puede ser la clave para superar su adversidad.

 Jesús Aznar – 23-5-2019

 

Si alguien intenta con su sombra oscurecer la tuya, date la vuelta, mírale a los ojos y dile: adiós, no te conozco.
No te olvides de lo importante, hay que hacerlo hoy y ahora.

Se subastan chaquetas, el precio eres tú.
Quiero mi chaqueta, sólo la mía.
Por mi edad y mentalmente sé cuál me cae bien, y es mi medida.
No necesito que saques un metro para saber cuál es mi talla.
Me doy cuenta de que pretendes colocarme una de la tuyas, con olor a alcanfor y polillas.
Con ella me quedaría con un olor que no es el mío y no lo compartiría con nadie.
Siento pena de quienes sacáis el tenderete, sin daros cuenta que se os puede llevar el viento.
Hacéis de la elegancia, mofa y falacias, emborronando el espejo donde poder veros.
Me he dado cuenta de que lo pretendéis es hacer sillones con mi chaqueta.
Vuestro error es no comprender que sin patas no podréis sentaros.
También soy consciente de que algunos tenéis muchos armarios llenos de chaquetas.
Os las ponéis según el lugar que visitáis, unas de diversos colores, otras  hechas de plumas.
Mis sentimientos me dicen que me gustaría ayudaros cuando debajo de vuestros pies cruje la madera.
Pero es imposible por la cantidad de chaquetas que lleváis encima.
A pesar de ello siempre hay, y habrá,  quienes harán de la palabra su signo de elegancia.
Con ella no se necesitan distorsionar colores ni medidas,  
prevaleciendo la calidad, belleza y soltura de una buena prenda.
En una fecha que marca el calendario me acercaré a una mesa para coger un sobre y una papeleta.
Sabedor de que no me he equivocado de chaqueta.
A ti ciudadano, cuando leas esto, comprenderás que mi amigo RINU,
tiene razón con el secreto que encierra esta metáfora.

Si te caes te daré la mano, y al levantarte me fundiré contigo en un abrazo.

Jesús Aznar (9-4-2019)

El ser humano desde que nace tiene la determinación de encontrar la verdad por sí mismo. Así su experiencia es liberadora, es un redescubrirse en la confianza y el respeto a sí mismo.

La soberbia una enfermedad debilitadora

A ti que sólo te ves a ti misma, soberbia, arrogante.
Que te escondes de forma altiva en tus entrañas,
experta eres de la falacia y el desdeño sobre la opinión ajena.
Siempre te alimentas absorbiendo al más débil,
con tu alquitrán pegajoso sembrando dudas y abandono.
Pero no te das cuenta de que en el laberinto de tu mente
anida tu propia desdicha, confusión y fracaso.
Por ello, cuando tú niegas voz y trabajo al esfuerzo desinteresado,
se te cae la careta humedecida en el sudor de tus angustias.
Por suerte, la grandeza del ser humano te superará
y así te verás hundida en la ciénaga de ti misma.
Sin embargo, el ser humano mayoritariamente es bondad, trabajo y respeto.
Por ello, a ti soberbia, sólo nos cabe abrir nuestra mano,
y, si es tu deseo, contagiarte del rigor del librepensamiento.

La vida es un conjunto de sonidos vocales, que conforman un ser humano capacitado y que construye su armonía con el valor de la experiencia y la búsqueda de la sabiduría.

Jesús Aznar (1-2-2019)

 

Si me muevo  con aire entre los juncos, éstos me golpean. Hasta en los rincones más espesos siempre hay un camino menos agreste, sólo hay que proponerse encontrarlo. Esto no es nada difícil. Lo tienes diseñado en tu conciencia.

 Las rebajas una enfermedad

Inundados por los medios de comunicación

con el eslogan:  han llegado las rebajas.

Todo se convierte en un calvario consumista.

Consumir, es su contraseña, las mejores ofertas del mercado.

Escaparates y calles inundadas de propaganda.

Manos temblorosas  bailan como juncos movidos por el viento,

entre aglomeraciones que no siente quien pasa a su lado,

sólo hay en el cerebro una fijación: comprar por comprar al mejor precio.

¿Cómo es posible este atragantamiento de compras muchas veces innecesarias?

Reflexiono y pienso. El año tiene trescientos sesenta y cinco días.

Sería más correcto el precio justo durante todo el año.

Consumiríamos lo justo, y en el momento necesario,

el mercado estaría más equilibrado

y nuestras manos dejarían de temblar ante las dudas de lo que compramos.

Tiene que haber un compromiso social, entre fabricante, intermediario y consumidor.

Las aglomeraciones desaparecerían y nuestras manos saludaría al que pasa a nuestro lado.

La elegancia y la belleza estarían todo el año en las estanterías al precio justo.

El estrés, la ansiedad y gastar más de lo no necesario serían historia.

Estaría escrita por sus verdaderos protagonistas, hombres y mujeres de todas las edades.

Espero que cuando leas estas líneas tu cara este relajada.

Sólo deseo que comprendas que los cambios son posibles.

De lo contrario, la ropa no usada aumenta en nuestras casas.

 Es terrible pensar que unos tienen mucho y otro muy poco. Algunas casas son como tiendas llenas de rebajas.

Jesús Aznar (1-1-2019)

 

No se puede escribir sobre la sombra que marca los años y que no tiene más espacio que la compañía que nos hace  siguiéndonos paso a paso de un lugar a otro. Ni nos escucha, ni se marca en el suelo, sólo es un espejismo de lo que somos.

El pensador y el devorador de libros

Sentados uno frente a otro, en una mesa,

con un café que no terminaríamos de tomarnos.

Ambos teníamos un gran deseo de saber cómo pensaba cada uno.

La edad madura de ambos nos había nutrido de experiencias muy diversas.

El uno era intuitivo, perseverante y trabajador incansable,

mirando siempre hacia adelante para no desviarse de todo lo que sería su vida.

Familia, educación, formación, trabajo y esfuerzo para subir de abajo hacia arriba,

sabedor de que la vida es una construcción personal que no termina nunca,

consciente de que ésta es una forma más, entre otras, de conquistar la gran utopía de la felicidad.

El otro hablaba de la cantidad de libros que había leído durante su vida;

cuatro o más horas diarias compaginadas con su trabajo.

Comentaba que tenía el deseo de compartir con otros todo lo aprendido  en los libros

Y, con sus setenta años cumplidos, ésta era la razón principal de nuestro encuentro.

Empezó a dar detalles de las más diversas materias de lo que había leído.

Eran tan diversas que tuve la sensación de situarme en un laberinto sin puerta de salida.

Sin embargo, lo más importante que reflejaba su semblante era su calidad humana.

Además, llevaba un tiempo reflexionando sobre la utilidad de todo lo leído durante tantos años

y le dije que nunca era tarde para compartir conocimientos e inquietudes y sentirse útil.

También sería muy interesante sentarnos con gentes de distintas edades.

Tú y yo sabemos que los jóvenes son el futuro, sentémonos con ellos y construyamos.

Por fin la edad quedaba eliminada, encontrando el hueco donde grabar las experiencias de la vida.

Nos despedimos con un apretón de manos, en él había una contraseña: seguir trabajando.

Dos personalidades muy diferentes que ese día definirían un antes y un después para siempre. Preservar la humildad, descargarse del exceso para llenar lo que les falta a otros y, sobre todo, no pasar de puntillas por la vida.

Jesús Aznar (15-9-2018)

 

 

La libertad va más allá del alcance de mis ojos. Por eso utilizaré la razón, con la pretensión de ver el mundo de forma global, sin fronteras, aun sabiendo que tropezaré y tendré que levantarme. Cada caída será mi libro y aprenderé sin complejos para seguir adelante.

 

Quiero llamar a la puerta para ser masón. 

 

Tres golpes en una puerta.  

Una voz que dice: ¿quién llama para entrar en este recinto?

Contesta: soy un obrero perdido que desea trabajar.

 

– ¿Cómo garantizas cumplirlo? ¿sabes que aquí no tiene entrada quien piense de forma sectaria?

– Cumpliendo con la palabra y con los hechos, siendo respetuoso con quienes piensan distinto.

– ¿Y cómo podemos tener garantía de que esto es cierto?

– Porque el principal concepto de mi existencia sin distinción alguna es la calidad humana.

– Pero ¿cómo crees llegar a ser diferente de cómo eres hasta ahora?

– Siendo admitido a formar parte más allá de esa puerta donde respira libertad.

– Pero esto es tanto como renacer en un mundo nuevo.

– Soy consciente de que vengo de un mundo en el que reina la envidia y la traición.

– Para que puedas conseguirlo, el trabajo será duro, y el único material eres tú mismo.

– Mi aspiración es pulir mis contradicciones y por ello considerarme un ciudadano del mundo.

– ¿Estás seguro de que tu búsqueda está detrás de esa puerta a la que has llamado?

– Soy sabedor que tendré que ser discreto, no secreto y fiel a mi propia libertad.

– Quiero indicarte que nosotros también tenemos contradicciones que debemos superar.

– Sí, pero yo aspiro ser un constructor de mí mismo y librarme de mis prejuicios.

– Si tanto persistes en ello  ¿qué deseas hacer para conseguirlo?

– Trabajar sin descanso desde que alumbra el sol hasta que anochece. Instruyéndome, porque aspiro a participar en la construcción del amor y la fraternidad.

 

Por ello, la razón será mi única limitación.

Viviré de pie, jamás me doblegare ante la injusticia.

Y al estar de acuerdo con vuestra trilogía. Ciencia-Trabajo-Progreso.  

Sólo me queda solicitar mi entrada para trabajar por la Humanidad.

 

Jesús Aznar (14-6-2018)

 

 

Para que la rueda del conocimiento no se pare, el trabajo, no sólo es necesario, es un derecho. Por ello, conocerlo es triunfar, es ser más fuerte, tener mayor voluntad y saber contenerse para analizarlo con eficacia, es la realización de una arquitectura personal para perdurar en el tiempo.
 

El trabajo no sólo es un derecho. Dignifica al hombre.

 

Por la mañana, tarde o noche, multitud de gente da el primer paso.

 

Es la hora de llenar un tiempo necesario, el trabajo.

 

Este nos amplía la capacidad de entender y modificar nuestra existencia.

 

Tres líneas son suficientes para darle el sentido que tiene. Sin él no hay progreso.

 

Hasta aquí todos podemos estar de acuerdo.

 

Entremos en la realidad de hoy. ¿Estamos o no en una sociedad de “sálvese quien pueda”?

 

Analicemos quiénes y cómo nos controlan todo: esfuerzo, creatividad, riqueza y al hombre, en definitiva.

 

Está comprobado que cada vez riqueza y poder están en un grupo más reducido.

 

El método que emplean, entre otros, es la evaluación individual que provoca competitividad, y con ello se alteran las relaciones humanas y la ayuda mutua va desapareciendo.

Se aumenta el aislamiento provocando miedo, falta de solidaridad y desconfianza; convirtiendo el trabajo en discordia, donde lo importante no es la calidad sino la cantidad.

 

Hay un aumento de diversas patologías profesionales: estrés, ansiedad, dolores diversos.

 

Estos se generalizan sin distinción en toda la cadena humana de producción.

 

También desgraciadamente se consolida el ver a personas bien estructuradas que contribuyen a prácticas que ellos mismos no comparten.

 

Se consolida obedecer por norma haciendo de lo incorrecto una herramienta de sumisión.

 

Así se impone mayor dominio y control, debilitando cualquier sistema organizativo que facilite poder hacer frente a la mala gestión del mundo del trabajo y de una sociedad más igualitaria.

 

Nos inculcan el deseo de tener mayores ingresos por el mero hecho de poder consumir, haciéndonos cada día más esclavos de un tiempo que hemos dejado en el camino y que no podremos disfrutar.

 

En consecuencia, en nuestro cerebro se establece una fijación por el deseo de jubilarse o prejubilarse, conscientes que el tiempo se nos va sin darnos cuenta, ante la pérdida de satisfacción por el trabajo.

 

  A quienes les guste que éste sea el sistema de organizar el trabajo perderán. Pero quienes olviden hacerle frente, para cambiar el sistema que les ha llevado a esta situación, seguirán en el peligro de que nada se modifique.

 Jesús Aznar (14-4-2018)


 

Mi fuerza es mi conciencia y tú, que careces de ella, no eres nada. Eres tan débil que no das la cara. Te has hecho virtual ocultándote en la oscuridad, pero no te has dado cuenta de que no eres nada más que chatarra.

 

Erguido para no vivir de rodillas

Valores que crujen bajo el caminar de los pies,

que el polvo y el barro envuelven para no sentirlos.

Aún así lanzo mi voz, para decir “cogedlos”.

Millones de gargantas roncas que se agitan por un tiempo que nunca termina.

Por ello, mis pulsaciones se aceleran más allá del hueco de mi pecho

y, con los brazos caídos ante la impotencia de un peso abrumador

que nos envuelve en un mundo virtual, hay consignas que invaden nuestro cerebro.

Son el peso sobre nuestros hombros de las manos que se ocultan en la oscuridad.

Así, golpe tras golpe, con la frente pegada a la chatarra plastificada.

Sólo se oye el crujir del ronquido escénico de la vulgaridad embrutecida.

Hay que dejar de ser  instrumentos al servicio de esa orquesta distorsionada.

Resurjamos con nuestras diferencias y hagamos que impere la grandeza.

Y así, de nuevo, quedará el valor de la palabra, el encuentro con un abrazo desinteresado.

La mirada en los ojos de quien quiere decirte algo.

La joya que encanta a quienes caminan dejando huella a su paso.

Con el respeto mutuo, nuestra comunicación será el vínculo que fluirá con armonía.  

La naturaleza y nuestra conciencia serán el péndulo de nuestros movimientos.

Hay que volver a la vida, sentir el aire, el frío, el calor, estar vivo.

Ver el horizonte con el brillo del sol y la luna mirándonos en la noche oscura.

Con la fuerza del amor, la sonrisa y con nuestra cara relajada nos emanciparemos.

El deber, la cortesía, la prudencia y la sinceridad serán nuestra morada.

Nuestra rodilla no estará clavada en el suelo y avanzaremos erguidos libres de peso.

Y, por fin, la Humanidad lanzará un “puedo, tú no eres nada, soy y seremos libres”.

Sentado y con los codos sobre la mesa, me siento abrumado sobre lo que he escrito. Pero con el convencimiento de que el hombre, con la fuerza de la razón y la paciencia en la espera, es capaz de hacer débil a aquellos que quieren pasar por encima de los demás, sin ser reconocidos.

Jesús Aznar (1-2-2018)

 

Yo te doy parte de mi libertad y tú me das parte de la tuya. Sé que me comprendes y podemos hacer posible esta mezcla. Con ella, todos los que vengan después no necesitarán ofrecimientos partidistas e interesados al ser igual nuestro ADN. Con esto no hacemos un ser único sino seres libres, sin interferencias, que no se alejen del bien común; hechos para la creación de una sociedad sin odio, división, enfrentamiento o que nos distancie a unos de otros con fronteras que nunca debieron existir.

 

Metáfora de la Calle Catón número 551

 

Entre la luz y la oscuridad de una calle cualquiera,

me vi de pronto en una calle de nombre Catón y en el número 551.

Entre empujones, falacias y humo que enrarecía el aire de esta calle global,

encajaban en el suelo empedrado, sin problemas,

adoquines irregulares de colores diferentes.

Eran varios siglos los que marcaban un brillo especial en su superficie.

Eran las pisadas de los ciudadanos que transitaron por él con sosiego y tranquilidad.

Mi sorpresa fue cuando llegué al número 5, tropezando en un socavón

 originado por algunas manos que arrancaron adoquines para modificar el pavimento.

En el número 5 duplicado, otro socavón con una sima que parecía no tener fin.

Sólo oscuridad y confusión se sentían al mirar al fondo.

Antes de dirigirme al principio de la calle, descansé, reflexioné, y empecé mi andadura.

La reflexión me indicaba lo importante que es reconocer que todo comienza en uno.

Es casualidad que se llame calle Catón, ese libro donde comenzábamos los estudios.

Hoy en él hay una diferencia importante.

Estamos en el siglo XXI y empecé a leerlo.

Ciencia para avanzar, progreso para el equilibrio social, trabajo para la igualdad.

Con estas reflexiones caminé hacia la casa del número 1,

una casa intachable con el brillo de su estructura, solidez y una historia auténtica.

En ella había trabajo en equipo, unión de diferentes materiales y la fuerza noble del esfuerzo como garantía de duración en el tiempo.

Tal vez las calles no tendrían que tener nombre ni número. Éstos deberían ser la admiración de la hermosura que encierran sus construcciones bañadas con el sudor colectivo de quienes las hicieron posibles.

Soy consciente de que esto es una utopía. Pero no me rindo, prefiero aguantar su peso sobre mi espalda y mi libertad de conciencia.

Aunque cuando camines, si no miras hacia atrás, pienses que estás solo, haz un giro con tu cabeza y verás que el camino de la vida, aunque intransferible, no lo haces en solitario.

 

Jesús Aznar 27-10-2017

 

 

 Si nos venciésemos a nosotros mismos no habría ni enemistad ni fronteras.

 

Las fronteras, una imposición interesada

 

Cómo estás, querido amigo. Disculpa, querido hermano.

Por qué te diriges a mí así. Es que me siento mejor, más cercano.

Como tú sabes todos procedemos de un mismo tronco común.

Igual que nuestro planeta tierra no tenía fronteras, era sólo uno.

Estoy preocupado por tanta división en pequeños núcleos insolidarios.

Por eso te comento dónde queda el encuentro entre el tú y el yo,

a pesar de todos los adelantos y medios de comunicación.

No sé si te estás dando cuenta de que nos estamos volviendo seres solitarios,

Empequeñecidos, nos miramos en el espejo y sólo vemos una imagen,

un rostro perplejo, estirado por la presión oculta detrás del marco del espejo.

Un día no lejano nos desplazaremos a otra ciudad por un tema social,

y un secretario de la zona nos dice: éste pueblo no está lejos de la frontera.

Nos quedamos extasiados ante lo que estábamos oyendo.

No nos habíamos salido de esa figura que parece una piel de toro.

Nos despedimos con respeto y comentamos dónde quedan quinientos años de historia.

Si el mundo es tan grande, qué intereses mueven para hacerlo pequeño.

O es que planean sus diseños a la medida de intereses de control de las mayorías.

Tienen miedo y saben que nuestras reflexiones descubrirán lo que ocultan sus entrañas.

Espero que llegue el día en el que el mundo sea lo que fue, sólo uno.

 

Comprender lo primordial es situarse en la realidad de la historia que no está escrita,

sino dentro de nuestro corazón.

 

 

Jesús Aznar (30-9- 2017)

 

 

Un profano y un masón

Me encontré contigo una mañana o una tarde.

Hablamos varias horas junto a un café o agua mineral.

Parecía que nos conocíamos de siempre.

Nuestra conversación generaba confianza.

Así nos conocimos y supimos quién era yo, quién eras tú.

Pero ese encuentro y su razón de ser tan importante,

culminó cuando nuestras gargantas expresaron

contenidos no habituales de cómo cultivar la fraternidad,

practicar la moral, interpretar símbolos y alegorías,

ser filántropo, estudioso, constante, prudente de las imperfecciones,

también del influjo de las pasiones y de los obstáculos que nos parecen insuperables

y que no son otra cosa que pequeñas dificultades

que con la práctica y la experiencia se resuelven con facilidad.

Sólo hay que despertar en nuestra mente el significado de cada causa vivida

y así iniciar un camino capaz de comprender que todo pasa y se supera;

también los abismos que nos abre la sociedad,

fanatismo, ignorancia, superstición, envidia, intolerancia, ambición…

Siguiendo nuestra conversación después de varias horas    

comentábamos que nos daba la impresión que el tiempo no hubiera existido

y aun así parecía que no deseábamos terminar nuestra conversación.

Había una necesidad de expresarnos sobre lo que une por encima de las creencias,

Siendo, sin lugar a dudas, la piedra angular para hacer posible lo anterior.

Por ello le comenté que en nuestras reuniones trabajamos para perfeccionarnos,

nos inspiramos en la frase de Sócrates: Conócete a ti mismo.

Estudia, practica y observa. Para mejorarnos: Noscete Ipsum.

Al final me preguntaste que tenías que hacer para compartir estos ideales.

Te dije:  sé sinceró contigo mismo, sin sectarismos, sin intolerancias,

no veas el mundo por una ventana estrecha, ni con oscuridad;

hay que ver el mundo en su totalidad, aun sabiendo que la vida tiene luces y sombras.

Si estás convencido de que esto es lo que buscas, estrechemos nuestras manos

y con ellas sellemos reconocernos como canteros del amor y la fraternidad.



Cuando duermo soy libre de influencias, pero no me entero. Me queda en la memoria. Lo más importante, el despertar para saborear la vida.

 

Jesús Aznar (30-9-2017)

 

Todo ser humano, aún en los momentos más espesos, tiene el deseo de irradiar luz. Vivir en la oscuridad es no entender que nuestros movimientos, aun siendo importantes, no son nada más que la medida de nuestro paso.

 

Estúpida insensatez  

Tu insensatez estúpida,

donde anida la sinrazón, la envidia y los más diversos complejos.

Ellos cobran un salario lleno de sufrimiento y una fuerte carga de angustias.

Es el precio que se paga por el desprecio a la bondad de otros.

No es vanidad decir que tomes nota de esta reflexión si la necesitas.

Ni tampoco al decir que el amor y el buen hacer nos hace libres.

En ellos se encuentra esa paz y bienestar tan necesario para uno mismo,

y también así, los seres que nos miran día a día a los ojos,

caminarán con el brillo de ellos con soltura y sin tropiezos.

 

Si  la palabra  es capaz de comunicarse en lo que nos une, haremos posible encender la luz de nuestra conciencia, del progreso y del conocimiento.

 

Jesús Aznar (2-7-2017)

 

Una sociedad avanzada crea presente y futuro. Hace que no avancen los desiertos y que el verde se extienda por todos los lugares. Que  las caras se relajen y las manos de unos y otros se entrelacen. Algo está cambiando. Espero que un día esto no sea un sueño.

 

Un lugar discreto no secreto

Una sala rectangular.

Con el suelo blanco y negro.

Una pared con el sol y la luna.

En otra la bola del mundo y una granada.

Tres columnas, una escuadra y un compás.

Una piedra tosca con utensilios de trabajo.

Un libro que contiene la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Sillas con treinta y tres o más o menos seres humanos sentados.

Allí todo es orden.

Los une una cadena de brazos dispuestos a trabajar.

Los allí reunidos son librepensadores porque otros anuláis el pensamiento.

Decimos ser hombres y mujeres del porvenir, porque otros sois el pasado.

También somos seres vivientes, porque otros sois de un tiempo remoto.

Nosotros creemos en lo bueno, en lo justo, en lo que nos une.

Por eso si probaseis aquello que unos pocos manejáis para controlar al ser humano,

comprenderíais vuestro error y la sala rectangular sería el mundo.

 

Ni un solo momento perdido, más allá sólo encontraremos la nada.

 

Jesús Aznar (12-2-2017)

 

Cuando el dedo ordena y manda el resto de la mano queda sin fuerza y el cerebro queda reducido a una pelota de jugar al pimpón. Contra esto, eficacia, responsabilidad, perseverancia, trabajo colectivo y la razón unida a estos valores, harán crujir ese dedo artrítico que dé paso a la anulación de la sinrazón.   

 

El dedo en lo público

Estanterías llenas de papel de calco.

Cada vez que extiendes tu mano sobre él,

coges el pasillo de la derecha, del centro o de la izquierda,

para ver donde lavar tu dedo.

No entiendes que éste es una foto de tu conciencia.

En ella almacenas, ineficacia y favoritismo.

Es una burla a la inteligencia colectiva.

Por eso, quien tú sientas en un despacho,

huele a alcanfor con mezcla de sumisión y reverencia.

Cuando tú pasas se le caen folios y calcos para que te sirva de alfombra.

En ellos se puede leer lo que el dedo dio como consigna.

Mientras tanto, con excelente preparación  diez mil o más opositando,

quieren trabajo digno, eficaz y responsable.

Y  tú con tu dedo artrítico les  lanzas alpiste sobre su papel sin calco.

 

Se puede estar en lo público con responsabilidad, dejando al margen las diferentes categorías profesionales. Cuando un empleado siente que su trabajo es valorado, aumenta su autoestima, crece su sentimiento de responsabilidad y, si además desaparecen los nombramientos a dedo, el trabajo será más profesional, aumentando la armonía, la eficacia y la productividad.

 

Jesús Aznar (16-1-2017)

 

 

Caer, levantarse, perseverar, amarse a sí mismo y el deseo de ser útil para ayudar a alguien; hacer ese camino con piedra bien compactada, formando un bloque con su seña de identidad como los antiguos canteros, y así el trabajo bien hecho aguanta todo tipo de tempestades y su grandeza perdurará en el tiempo.

 

La poltrona

 

Vuestro deseo es la poltrona,

las barras, las bisagras, las sondas.

Ni los cuentos del chino mandarino

creen que es un deseo útil.

Por esto, os nombro arquitectos de barandilla.

Sois la pesadilla del libre pensamiento.

Pero chirriáis de tal manera que sólo hacéis sordos.

Por ello, más pronto que tarde, estaréis en la escombrera.

Los sillones viejos tienen este destino.

Contra esto, nuevas maderas bien trabajadas

os sustituirán, no sin un trabajo duro.

El esfuerzo nunca es inútil.

Somos conscientes de que tendremos enfrente a voceros,

partidarios y portadores de intereses oscuros.

Para éstos siempre es verano.

Necesitan para existir el sol que más calienta.

Sus conciencias se quedan entre el polvo, cables y papeles.

Utilizan un vocabulario fantasmagórico.

Pero se puede leer lo que esconden en su chaqueta.

Por ello la exposición al calor los  acabará quemando.

Sin comprender que un buen árbol da sombra.

 

 

Ni el poder ni el dinero son la verdadera riqueza. La mayor es entender que todo es perecedero salvo llegar a comprender que cada día de vida es el valor más importante que tenemos.

Ni siquiera el más ruin de los hombres debe ser violentado. Hay que encontrar, en lo más profundo de su corazón, sus aciertos y desaciertos, su razón del desencuentro consigo mismo y con los demás. Así, por ello, conseguiremos encauzar el sufrimiento de sus actitudes al hacer que éste comprenda que por el amor se llegan a disolver los conflictos.

Jesús Aznar (29-10-2016) 

 

 

SI somos capaces de que nuestra conciencia esté en sintonía con la libertad, habremos abierto un hilo conductor entre las personas. Con ello nuestra autenticidad será consciente de que  unir es necesario.

 

Nunca podréis con nuestra conciencia

 

 Hilos invisibles conectados a nuestro cerebro.

Sois inductores de sensibilidades que no son nuestras,

dejándonos encerrados sin conciencia, impasibles ante los desastres.

Ante esto os habéis olvidado de que mayoritariamente somos agua.

Por ello de nuestros ojos caerá ese líquido incoloro,

que sin claudicación alguna abrirá sus compuertas,

con un torrente de liberación imparable que será nuestro destino

y en el vuestros propios hilos se quedarán fundidos.

 

Más allá de nuestro cerebro está la incomprensible definición de la nada. Por eso es tan importante gestionarlo bien. Poder pensar quién soy, de dónde vengo, a dónde iré, qué sucederá después en lo desconocido. Y por ello, mientras  nuestra capacidad de reflexionar exista, podremos acercarnos a tener respuesta a estas preguntas que nos hacemos a lo largo de nuestra la vida conocida.

 Jesús Aznar ( 22-10-2016)

 

 

El sillón bien empleado es descanso, confort, trabajo, alternancia diversa que toma asiento cada cierto tiempo, sintiendo en él su bagaje, dejando de ser un privilegio. Esto no exime esfuerzo, perseverancia, saber que sentarse en él significa respeto, tolerancia con el del sillón de al lado. Y en la comodidad o no de dicho asiento, se podrá comprender que un buen artesano podrá hacer otros, y cada uno en su sitio, y en su momento llegar a entender que éste no es incoloro.      

El sillón incomprendido 

Qué tienes sillón, que sin ser incoloro,

quien en él se sienta,

nos dice con sonrisa ensayada,

que este sillón es para todos.

Tal osadía deja millones de rostros desencajados.

Ningún color, azul, rojo, morado, naranja, ni ningún otro,

tiene propiedad sobre él.

Éste está construido por manos de oficio.

Si esto no fuera así, el único asiento sería el suelo.

La diversidad es riqueza. De ella aprendemos que existen formas de ser y planteamientos diferentes. Con ello se agudizan nuestros sentidos y por lo tanto la responsabilidad de comprender y buscar puntos de encuentro con nuestro contrario. La síntesis de ello facilitará que pueda desaparecer lo que no nos une. Y en el vértice de este encuentro, el equilibrio estará asegurado.  

Jesús Aznar (28/7/2016)

 

El dinero mal gestionado introduce personajes en los lugares más insospechados. Su juego es crear ciencia sin conciencia. Sabemos que su debilidad es no poder controlar el tiempo y, cuando llueve, éste es papel mojado y de él, al final, no sale más que humo.

El poder incontrolado también tiene un tiempo 

Tú que generas fanatismo

Haces ciegos y sordos

Tú que no conoces la duda de los demás

Tampoco planteas preguntas

Tú crees saber lo que no sabes

Crees lo que no eres

Tú no admites la razón ni lo contrario

Piensas que eres propietario del pensamiento ajeno

Tú crees tener la verdad absoluta

Ofreces prebendas a precios impagables

Tú que compras silencios haciendo sordos a quienes quieren oír

Vives entre llamas que lanzas contra otros

Tú que tienes respuestas para todo para crear enfrentamientos

Que facilitas la ruina de los demás para enriquecerte tú solo

Tú que no pones limite al desenfreno

El odio es tu baile y tu cansancio cavará tu propio abismo donde quedarás enterrado.

Tú, yo, aquel y los demás somos la solución al poder incontrolado. Somos acción, movimiento, trabajo, creatividad, inteligencia. Si tomáramos conciencia de que sumamos el noventa y nueve por ciento del tiempo y que éste no tiene precio, el mundo sería de todos, incluidos aquellos que quieren comprar con su dinero nuestro tiempo. 

Jesús Aznar (1-5-2016)

 

Existe, pero es insostenible el amargo sabor de quienes el sentir ciudadano lo escriben sobre el agua o en las lágrimas del sufrimiento.   

Ciento veintitrés días y desacuerdo

Caras alargadas, sonrisas a veces forzadas.

Negociaciones, esfuerzo, proyectos, ideas.

Otros son mirones de barandilla esperando un rédito.

También quienes se levantan pegando un portazo,

justificando lo injustificable.

Por otro lado, algunos son los sabelotodo,  

su voz es el eco de su dueño.

Caduco y Señor antiguo creí que no existías.

La desesperanza en la espera no es ingenua, pero algunos sin querer, se ven lanzados a un ocio obligado, que es tanto como ser enterrados en vida. A pesar de esto, el tiempo es su valor, y con un pequeño giro del cuerpo  y un sobre en la mano otros pueden ocupar el mismo sitio.

Jesús Aznar (23-4-2016) 

 

Nada debería dividir al ser humano en difusos conceptos. La esencia de la vida es felicidad, amor, tolerancia en el encuentro, aun siendo diferentes. Y aunque el diseño de nuestra arquitectura es personal, y por lo tanto intransferible, el último momento de nuestra vida nos hace iguales. ¿Por qué no recorrer juntos ese camino, y quienes van colocando piedras en el mismo, se quedan en la orilla consumidos en su cansancio?

Hemiciclo u olimpo

Un Triángulo, seis columnas, dos leones,

encuentro, sostenibilidad y fuerza.

Una fachada de piedra gris,

ciencia , trabajo, masa cerebral.

Una enorme puerta que da entrada al olimpo sin dioses,

solo personas  con dudas y aciertos.

En él hay aplausos, pataletas, gestos.

Un lugar representativo de millones de gargantas que se quedan abiertas,

esperando poder cerrarse y decir por fin estamos todos.

Fuera de él, en pequeños cenáculos, en cajas rectangulares,

 apoyados sobre una mesa, se agita una nueva estirpe,

que, con el gesto y la palabra, 

quieren hacernos ver que son sabedores de todo acontecimiento.

Con conciencia, ciencia o sin ellas.

en realidad no son, ni más ni menos,

que un sonido verbal perdido en su propio ombligo.

 Parece que no queremos darnos cuenta que nos une mucho más  de lo que nos separa. Si subimos por la escalera de nuestra casa para llegar al segundo piso, tendremos que pasar por el primero.  

Jesús Aznar (12-3-2016)

 

 El dedo, cuando se utiliza como una herramienta de prospección interesada, es igual que un dardo lanzado a una diana; invitando a otros a  que juegue dentro de esa circunferencia, sin que comprendan que acabarán siendo perdedores, y  que ésta tiene un propietario, que la llevará rodando cuesta abajo.

  El dedo no es incorrupto

 Del puño de una camisa blanca o brazo desnudo,
 sobresale una mano tan dura como el metal.
 De ésta su dedo índice, que parece llegar a todas partes,
 reposándose en el apoyabrazos de sillones aterciopelados de diferentes colores,
 que ocupa como si se tratase de una propiedad intransferible.
 Sin embargo, el tiempo, que carece de propietario, asume investigarlo,
 descubriendo que lleva una careta carnavalesca.
 Debajo su verdadero rostro, sólo polvo envejecido. 

Si construyes mirando por detrás de tu orejas, tu visión queda reducida a quienes se deslizan detrás de ti. El problema es que, si se origina una tormenta, serás arrastrado por ellos y todos tus proyectos no pasarán de ser un eclipse.

 Jesús Aznar (21-2-2016)

 

No se puede mirar desde las alturas y, sin pisar el suelo, lanzar la profecía: o nosotros o el caos. Este argumento es tan estrecho que perfectamente pasa por el agujero de una aguja.

Las miserias humanas sobre las piedras.

Veintiuna horas de un sábado,

sentado en una silla, con los codos sobre una mesa.

La televisión ante ojos que se humedecen,

sometidos ante las imágenes del mar con sus pedregosas orillas,

sobre ellas cuerpos en diferentes posturas, inmóviles sin aliento sin vida.

El agua del mar los ha bañado, venían puros sin mácula de un viaje no deseado.

Su único pecado: huir del hambre, de las miserias humanas,

de las ruinas, de los techos que cobijaron sus ilusiones de vida;

sobre ellas volando avances tecnológicos,

lanzando enormes bloques de hierro

que destruyen todo lo que alcanza su onda expansiva.

Los que sobreviven no poseen nada, solo un hatillo y la ropa que les cubre.

En otros lugares, con tierras fértiles o arenosas, hay lujosos rascacielos.

Desde ellos seres embalsamados que no pestañean, endiosados divisando el escenario.

Cómo es posible que, después de tantos miles de años, no aprendamos del pasado.

Desencantado, intento visionar las ruinas, ensordecido por los estruendos y el polvo,

sólo me queda la esperanza de soñar que los imperios cambian o mueren.

Y el tiempo nos dará un amanecer nuevo, donde la historia no tenga hojas en blanco.

Hubo tiempos, ya muy lejanos, donde la tierra no era una propiedad sino un lugar habitable. Soñar con la utopía que esto nunca debió cambiar no nos da la solución a otro mundo diferente. Pero si caminamos pisando ese suelo que nos sostiene, nos daremos cuenta de que cada huella es diferente, pero necesaria para la supervivencia de este maravilloso planeta que llamamos La Tierra.

Jesús Aznar (6-2-2016)

 

Cuando la conciencia es como el hielo, al querer ver la luz y tomar el sol, se derrite no quedando nada.

La conciencia de hielo 

Tú, que te mueves entre cristaleras y sillas de diseño,

con luz de alto voltaje, que oculta el lado oscuro de tu cara,

de tu ambición de poder y riqueza desmedida,

piensas que con ello lo tienes todo.

Tu puerta, aunque no lo parezca, es de madera antigua.

La carcoma la va minando, cada vez que tus manos se posan sobre ella.

Además, no ves el soplo oculto que encierra detrás.

Son los que sufren el esfuerzo y la fatiga, 

con el sudor la desgajan, avisándote para pasar a recoger un contenido.

Es tu conciencia que ha depositado debajo de la mesa

una factura que debes pagar y que estás usando como alfombra,

creyendo que, con los pies sobre ella y el peso de tu cuerpo,

se sujetaría la enorme cifra que hay en ella.

Sin embargo, sólo sientes la planta de los pies, el resto de tu cuerpo es de hielo. 

El tiempo está agotado, es tarde para que el aire fresco pase por tu puerta. 

Y así, hundido en la ciénaga de tu propia vida,

desapareces en el olvido de quienes te han precedido. 

A ti, que confundes la conciencia con la economía, te delatan tus manos caídas sujetándote los bolsillos, inválido por tu incapacidad de levantarlas. Ni un abrazo, ni un choque de manos tienen moneda de cambio. Estás inmóvil como hielo del cuaternario. Te digo convencido que no entiendes nada, ni de conciencia ni de economía.  

Jesús Aznar (26-12-2015)  

 

Arena y roca, fundidas en bloques de hormigón, hacen en el ser humano que su tiempo y trabajo se esfumen por una ventana de un metro cuadrado.

 Trescientos treinta y tres metros de altura 

Gigante de gran altura,

son cientos los ojos que tras ti ocultas.

Minúsculos observadores,

reducidos a pequeñas partículas,

con una mirada común,

buscándose unos a otros para poder comunicarse,

sin darse cuenta de que viven aislados.

Su única visión:

los ojos construidos sobre el cemento.

El tiempo también es una ventana donde la luz natural se apaga. Llegada la noche, ni siquiera la luz de la luna te permite ver lo que hay detrás de la otra ventana.

Jesús Aznar (16-10-2015)

 

A ti que no te pongo nombre, eres  sobradamente conocido, huyo de tus miserias. No nos puedes vender felicidad, sólo consumir y poner barreras. Tu único fin es que nuestro tiempo se agote. Pero llegará un día en el que tú también consumirás tu propia barrera. 

La miseria es una creación humana. 

Tú que huyes de las miserias humanas.

Por caminos, por desiertos, por agua.

Las huellas que dejas,

también quedan marcadas en tu cara.

Llevas sobre tu espalda tu historia, tu vida.

Sólo esto te queda, del resto nada.

El testigo lo recogerán los niños,

que con lágrimas y gestos en su cara,

aterrorizados por el llanto, dan la señal de alarma.

Juntos crecerán un día,

con aquellos que vieron sufrimiento por la pequeña pantalla.

Venís en busca de un paraíso soñado,

que también tiene luces y sombras.

Por eso mucho tenemos que aprender de vosotros.

Seguro que os parece extraño.

Muchos os reciben con los brazos abiertos,

otros ponen ante vosotros alambradas,

algunas con cuchillas afiladas.

Qué intereses se mueven para crear tal aberración.

La naturaleza es sabia y somos parte de ella.

Por eso desde el otro lado te doy mi mano,

te ayudo a pasar y en ese encuentro,

tu mano junto a la mía ensangrentadas por las cuchillas,

la sangre nos une como hermanos. 

Habrá un día que no habrá tierra para aquellos que la separaron. Nosotros, la mayoría, contaremos contigo, para que en ella florezca un nuevo ser humano. 

Jesús Aznar (12-9-2015) 

 

El premio tiene que ser siempre, al valor de  entrega desinteresada, ese altruismo capaz de hacer del ser humano la semilla del deber cumplido.

El balneario de los Homo Sapiens

Bancada en maderas nobles; en ellas, nuevas tecnologías,
Indicativo de ser ocupadas por mentes privilegiadas.
Me atrevo a hacer una resonancia de los allí sentados.
Recojo el diagnóstico: trajes de cachemir, finos hilos y dedos y más dedos.
Dentro no hay cuerpos, ni cabezas.
Abro la puerta de ese lugar que debiera ser sagrado.
Escucho chirridos de diferentes direcciones.
Éstos dicen: el objetivo no se ha cumplido.
Te ha llegado la hora del descanso.
El premio es que te recuperes, para una jubilación sin penurias.
Y así, sentados en la bancada,
tu trabajo es lo que el dedo te señala.

Digno y merecedor debe ser el descanso de una vida de entrega y trabajo. Para esto no debiera ser necesario ser rico ni pobre, ni ostentación de poder o privilegio. Sólo Homo Sapiens, persona.

Jesús Aznar ( 23-7-2015 )

 

Por mucho que te escondas si tus manos no están limpias siempre te delatarán.

Oculto estás detrás de tu solapa.

Tela de colorines en tu cuello.

Con tus manos masajeadas en vaselina.

Las yemas de los dedos con betún negro.

Siempre al acecho para coger un sobre sin membrete.

Luego lo tirarás vacío a la papelera.

Pero la parte oscura de tu mano,

te delatará a ti y su contenido. 

Por mucho que ocultes la papelera, no la hay que aguante el óxido del tiempo.

Jesús Aznar   (07/06/2015) 

 

Ni moneda ni papel

Ser dueños de lo que hacemos y compartirlo es el mejor pago por lo que tenemos. No hay moneda ni papel que pueda superarlo. 

Hay otra moneda de cambio

Vil metal que tanto seduces,

creado para encadenar al hombre,

siempre a una altura difícilmente alcanzable.

Migajas lanzas hacia abajo cuando te conviene,

en papel y metal robado a la naturaleza.

Por ti se talan los bosques,

se abren simas en la tierra

y tuya es la culpa de las partículas de polvo que enrarecen la atmósfera.

También tú eres la causa de los hombres con la mirada perdida.

Seres inertes buscando tu huella para poder tenerte

sobre el duro asfalto o tierra apisonada.

Tú que gestas traiciones y te vendes al mejor postor,

ahora te complementas con dinero virtual que te hace ser incluso más de lo que eres.

Por eso tú solo te mueves en la oscuridad,

con tus tentáculos mueves la ruleta de la vida.

Siempre la paras en el mismo discurso.

Buscar y seguir buscando para consumir y seguir consumiendo.

Sólo te importa nuestro tiempo y paralizar el reloj del pensamiento

y que transcurra nuestra vida sin poder tocarlo.

Pobre de aquel al que uno de sus tentáculos le da la mano.

Engullido se verá en la pasta de papel y líquido de hierro,

convertido en una pieza con pérdida de los sentidos.

Sé que te necesito porque vivo en un mundo real.

Muchos cambios habría que hacer de ti vil metal

para no emplearte como tú quieres.

A ti querido hombre hermano que sigues sembrando

ese pan que alimenta sentimientos aun estando situado abajo.

En la fábrica, oficina, en el campo…

Tú que curas enfermos o el que enseña todo lo que sabe,

el que investiga nuevas tecnologías,

el que conduce por tierra mar o aire,

el que estudia las entrañas de la Tierra y del Universo.

A ti que buscas en los recovecos del pensamiento lo que somos,

a ti que te mueves en recintos limitados investigando como conseguir una vida más sana y feliz,

y a vosotros que estáis en este engranaje que sin nombraros sois tan necesarios como el primero,

manifiesto y digo que este es el camino y no el vil metal del dinero.

Vil metal no me mires con cara escurridiza. Te he descubierto. A mí no me engañas. Nuestra fuerza es el trabajo. Tú sin ésta no eres nada. Este es el camino que nos hará libres.

Jesús Aznar (03/02/2015)

 

El ser humano, con sus luces y sombras, no es ni más ni menos  que una escultura cuya construcción durará toda su vida.

 

Quiero construirme 

Déjame ser lo que soy.

Déjame ser lo que siento.

Déjame ser yo mismo.

Déjame hacer mi camino.

Déjame hacer mi huella.

Déjame hacer mi mundo.

Mi luz.

Mi oscuridad.

Mi reflexión.

Quiero equivocarme.

Quiero caer y volver a caerme.

Quiero levantarme.

Quiero ver el camino que no pisaré.

Todo es trabajo.

Todo es razón para existir.

 Todo es libertad, aun cuando no la puedas coger.

 Todo es utopía que conquista.

 Si puedo soñar.

 Si puedo amar.

 Si puedo ser feliz y otros también lo son.

 Si puedo ser lo que soy.

 Conquisto mi libertad.

 

Vivir de pie, sin doblar la rodilla, es la garantía de hacer camino marcando las  pisadas del abecedario de la propia vida.

 

Jesús Aznar (11-1-2015)

 

El compromiso es libertad y bien compartido no hay fuerza que lo pare.

 

Quiero compartir trabajo, proyectos e ilusiones,
con la gente que tiene iniciativas,
con aquellos que toman lo que hay que hacer y lo hacen.

Quiero compartir con los que tienen creatividad,
para seguir avanzando sin mirar lo que hace el de al lado,
aquellos que no dejan a medio hacer el trabajo empezado.

Quiero compartir con aquellos que respetan a los demás y también a sí mismos
y son conscientes de que somos imperfectos,
seguros de que en algún momento nos equivocaremos.

Quiero compartir con aquellos que reflexionan,
que unidos en grupo nos consideramos amigo,
y somos capaces con el mínimo esfuerzo llegar a donde nos propongamos.

Quiero estar con la gente sencilla, cercana,
que no aparenta si no lo que es
y no tiene la exclusiva de nada.

Quiero estar con aquellos que son sinceros
y eligen el momento adecuado,
razonando con argumentos sea quien sea el que esté delante.

Quiero estar con aquellos que exponen sus ideas
y no tienen temor a que otros no las compartan
e incluso a estar equivocado.

Quiero estar con aquellos que son capaces de reconocer que se han equivocado
y son capaces de trabajar incansablemente
para reconocer sus errores.

Quiero estar con aquellos que me critican
y me miran de frente cuando lo hacen,
con éstos compartiré el camino porque se lo que piensan y sienten.

Quiero estar con quienes se consideran persistentes y fieles compañeros,
con bagaje y vitalidad cuando se trata de cumplir sus compromisos;
ellos son los auténticos protagonistas.

Quiero estar con aquellos que son así y con ellos me comprometeré a lo que sea,
me siento feliz de estar con aquellos que tienen esta fortaleza,
no quiero ningún salario a cambio, estando con ellos me siento retribuido.

 

Todos los caminos conducen a un punto único. Según el esfuerzo que cada uno realiza al llegar, el horizonte tendrá más luz.

Jesús Aznar Iranzo

Zaragoza, 18-10-2014

 

 

La noche oscura del tiempo.

 La oscuridad también es necesaria para la vida. El problema es cuando el hombre hace que su vida no tenga luz.

La noche oscura del tiempo
Pies fundidos en la arena.
Huellas tragadas por su vientre.
Miles de ellas engullidas.
Otras flotan de múltiples formas ennegrecidas.
Plataformas de hierro sobre los mares.
Arena oscura en los desiertos.
Partículas irrespirables en lugares habitados.
Es la noche oscura creada por el hombre.

Jesús Aznar Iranzo
Zaragoza, 21-6-2014

 

Todas las huellas quedan marcadas en el suelo. Por mucho que se las quiera separar, se mezclaran con la tierra y el aire las extenderá hasta los lugares más remotos.

Utopía “Somos muchos”

Llegará un día donde la Rosa roja
dejará de tener pinchos,
y florecerá al sujetarla bien con el Puño.
Cambiará la sociedad
porque Podemos.
La Izquierda de cada lugar
estará Unida con sus contrarios.
El lugar donde vivimos
se compone de figuras geométricas distintas.
Unión necesaria para el Progreso,
la Democracia será la bandera de todos.
Debemos comprender que somos Ciudadanos
y todos necesarios.
Converger en la Unión,
de tantos puntos como lugares existen.
Nacionalista no sólo es ser vasco,
todos lo somos
en ese mundo que siempre fue uno
Esquerra, catalanes, andaluces, aragoneses
y de otros lugares,
así se han configurado todos los pueblos de la Tierra;
esto no debe cambiar, es una gran riqueza.
Para aquellos que no nombro,
sé que mucho es el esfuerzo para remontar el vuelo,
pero sois necesarios,
la savia nueva produce cambios.
Las gaviotas se hicieron Populares,
surcando los mares ,
de ese azul que se funde en el horizonte,
fusión óptica de la naturaleza.
Esta savia línea nos da la respuesta. El mundo no es de nadie; es de todos.
Al final triste me retiro porque la última decisión la tiene cada uno en su garganta, ni siquiera soy un obrero de la palabra. Soy uno más entre vosotros, pero aspiro que algún día no seamos parte de una partida, sino ciudadanos del mundo.

Jesús Aznar Iranzo
Zaragoza, 21-6-2014

 

La vida es una reflexión permanente. Alimentándonos con sabiduría nos abrimos al conocimiento y nuestras capacidades se amplían más allá de los límites que marcan las minorías que no tienen cara.

El Valor no es la fuerza, es vivir
con nuevas Perspectivas
para ver más allá de lo inmediato.
Con Amor y respeto a los otros,
aunque sean diferentes.
Con Apertura de nuestra mente
dándonos cuenta de que todo cambia constantemente.
Con Curiosidad para desentrañar
hasta las pequeñas cosas.
Con Creatividad pensando
que ésta es tan amplia como todo lo que existe.
Con Persistencia no dejando
inacabados los proyectos empezados.
Con Valor para enfrentarse
a cualquier situación, incluso a lo desconocido.
Con Vitalidad para que nuestra energía
no se vea mermada y nuestra vida sea más placentera.
Con Inteligencia para comprender a los demás
y saber que éstos también tienen sentimientos propios.
Con Justicia sabiendo que la equidad con los demás
será moneda de cambio igual para nosotros.

Con el Trabajo como necesidad superior
cooperando para nutrir las necesidades entre iguales.
Con Liderazgo para llevar a buen fin
las pretensiones sociales.
Con Prudencia, para que no tengamos motivos
de arrepentimiento de acciones no deseadas.
Con Modestia, para que nuestro ejemplo
sea el análisis de lo que somos.
Con Religiosidad o no en el conocimiento tan amplio
que respetemos a quienes eligen otras vías de enfocar su vida.
Con Esperanza que ligada a la utopía
todo cambia y todo es posible.
Con Capacidad de analizar
por qué otros se distancian de nosotros
si no deseamos que sea así.
Con apreciación de la Belleza
como parte creativa
del desarrollo del ser humano.
Con Entrega compartiendo el esfuerzo de cada uno
como razón de ser para mejorar la existencia del ser humano.
Si al final la libertad, igualdad y fraternidad, no necesitan de ningún documento escrito, ni tan siquiera un choque de manos y solamente la mirada rubrica un testamento a nombre de todos, habrá merecido la pena compartir la mesa con ideas, donde todas las sillas son iguales.

Jesús Aznar Iranzo
Zaragoza, 5-7-2014

 

La Poesía: “un medio de unir pensamientos, juntando hombro con hombro, mano con mano y con pie firme dejando huella”.

OTRO MUNDO ES POSIBLE

Al caminar con pie firme,
al caminar con la mirada limpia, mirando hacia el horizonte,
Identificando como hermano a alguien que pasa a tu lado,
dándole la mano, diciéndole: “no te sueltes”.
Al caminar, esas manos juntas suman y siguen sumando.
Al caminar, tu fuerza no la para el viento
y la esperanza deja de serlo porque ha sido conquistada.
Al caminar, sonríes y dices “milenios han pasado
y te estaba esperando para hacerte mía”
Al caminar, nuestro esfuerzo ha sido recompensado
y ves que juntos seremos más que las espigas.
Al caminar, sientes que en nuestros campos creceremos
y verás que seremos tierra, espiga y hermanos.
Si caminas, habrá llegado el momento de la ciencia y el trabajo…
y el progreso será nuestro camino.

Jesús Aznar Iranzo

20-4-2014

 

Soneto a la Memoria de los parados de larga duración.

 

No tienen trabajo, no tienen dineros,

los vemos caminar sin rumbo, sin esfuerzo,

duermen en un portal al abrigo del cierzo,

rebuscan la comida cual perros callejeros.

 

¡Estos son los parados de larga duración!

Cincuenta años a la espalda, tal vez más,

tienen fe en un milagro que nunca llegará,

su existencia es pesada, ¡maldita situación!

 

Han trabajado mucho, han dado el do de pecho.

Hoy sufren la injusticia, el desprecio y maldad,

tienen su dignidad de hombres … ¡y sus derechos!

 

La poli los somete a un marcaje estrecho,

ellos no son culpables de su infelicidad,

fraternidad hermanos, ¡démosles pan y techo!

 

J.I.L.A.

 

Otras Entradas

Un profano y un masón

Me encontré contigo una mañana o una tarde. Hablamos varias horas junto a un café o agua mineral. Parecía que nos conocíamos de siempre. Nuestra

Ser Mason GLA GOA

Ser Masón y calidad humana

Los Masones nos tenemos que caracterizar siempre por ser buenas personas, y tener por bandera una actitud y un comportamiento intachable. Somos personas ilustradas, Morales

Biología y justicia

Skinner es Dios. Ha entrado en el laboratorio despertando a las palomas que lo observan inquietas desde sus jaulas. Deja la taza de café encima

Intolerancia antes de racismo

El miedo a lo desconocido, la ignorancia y la intolerancia nos han llevado desde la Antigüedad al odio y a las guerras.La lucha contra el

La francmasoneria Gran Logia de Aragon

La Francmasonería

DE LA FRANCMASONERÍA Y DE SUS PRINCIPIOS La Francmasonería (Gran Logia de Aragón-Gran Oriente de Aragón), institución esencialmente filantrópica (es decir, que ama a la