Deberíamos plantearnos lo que son los valores, podríamos definir como valores de una sociedad, como un conjunto de normas morales o éticas características de un grupo social en un momento concreto, de echo los valores de una sociedad a otra cambian, también cambian de un periodo de tiempo a otro a lo largo de la historia, lo que hace plantearse que quizás una sociedad adopte unos valores adecuándose a su ambiente, tanto económico, cultural, espiritual, físico así como temporal.
O quizás los valores son innatos en el ser humano y una sociedad desarrolla unos y desdeña otros dependiendo de la situación en la que se encuentre esta como he mencionado antes, puesto que muchas culturas comparten los mismos valores. ¿Podría haber sobrevivido una sociedad o un grupo, en el que sus ciudadanos hubieran menospreciado el valor de la familia? ¿O podría haber prosperado una civilización que no valorara el esfuerzo? Quizás la amistad sea una necesidad de la especie humana para crear fraternidad en un grupo y que esta pueda permanecer unida, así como el amor nos permite emparejarnos y crear una familia para que ese grupo pueda crecer y delegar el futuro en sus jóvenes. Esto me hace pensar en que los valores morales es lo que ha permitido a las civilizaciones prosperar.
Puesto que los valores de una sociedad, definen los comportamientos de esta, podríamos decir que es lo que la identifica, es la esencia del grupo y del individuo en concreto, es lo que nos define como grupo, es su nexo de unión.
Los valores han cambiado a lo largo de la historia, unos han cobrado importancia y otros la han perdido. Sin embargo durante los últimos años, este proceso se ha acelerado, la globalización y los nuevos canales de comunicación han conectado el mundo, los valores de las distintas culturas quedan en entredicho y comienzan a asimilarse, la era industrial termina y comienza la de la información.
En la sociedad española actual, los individuos han adquirido una libertad; religiosa, política, sexual…, que nunca antes había habido, así como una igualdad entre hombres y mujeres hasta ahora desconocida, una cada vez más visible igualdad racial, si sumamos esta libertad de profesar nuestras opiniones o preferencias a una igualdad entre razas y sexos, junto con la generación mejor formada y con mayor acceso a la información y educación de la historia de este país. Todo esto nos permite ver jóvenes diferentes a sus mayores, han adquirido libertades individuales, pero han perdido valores grupales.
Esta nueva generación ha adquirido valores esenciales como la igualdad, la libertad, la tolerancia, el respeto por el medio ambiente y por los animales, pero ha olvidado valores como la solidaridad, la responsabilidad, perseverancia y la laboriosidad, esto se debe a una profunda crisis económica que no les permite trabajar y desarrollarse como parte colaborativa de la sociedad, sintiéndose como miembros no útiles de esta y volviéndose individualistas, el trabajo y la colaboración en la sociedad es el camino necesario para desarrollar estos valores.
Puesto que nos hallamos ante una nueva generación tolerante, con libertades e igualdad, necesitamos que desarrolle el resto de valores esenciales a través del trabajo y la colaboración del sistema, así podrá obtener la independencia económica para formar y valorar su propia familia, valorar la responsabilidad, la perseverancia, el trabajo y la solidaridad.
El individualismo es la ruptura con el grupo, anteponiendo los intereses particulares ante los grupales, de esta forma podemos justificar la avaricia, la corrupción y otras formas de anteponer los intereses propios a los colectivos, esta es la gran batalla que debemos librar.
Debemos adecuar el camino social correcto, para que la sociedad desarrolle unos valores positivos y adecuados a su contexto.
Tenemos libertad, tenemos igualdad y debemos luchar por la fraternidad
Tengo la esperanza de que esta generación de humanos, libres, iguales e individualistas se convierta en una sociedad fraternal y consiga vencer el desmembramiento social y territorial que sufre este gran país.
Daniel S.