A partir de los primeros movimientos de personas hace dos millons seiscientos mil años, desde el continente africano, el hombre ha poblado la tierra bajo las mismas intenciones que hoy, necesidad de encontrar alimentos para su supervivencia o por causa de fenómenos naturales, y añadido en nuestros tiempos, la necesidad de trabajar o de huir por situaciones de conflicto político-minitar. Las expansiones de hombres y mujeres por todo el mundo ha sido, en concreto, la mayor posiblidad de desarrollo del ser humano, habitar continentes enteros, surcar mares, descubrir, encontrar, bajo la intenga fuerza de la curiosidad en muchas ocasiones nos ha llevado a lugares en este planeta que jamás pensamos que existirían.
Artículo 13. De la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
- Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de cada Estado.
- Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
Por determinadas reglas mortales, no se respeta este artículo, cada persona es libre de vivir donde le plazca, entiendo yo, enfrentamos una crisis mundial con los desterrados por la guerra, a los que hoy las naciones se atreven a contar, masificar y reunir como a rebaños bovinos, nos enfrentamos al espectáculo mediático que son capaces de retransmitir las cadenas de televisión una y mil veces, en el que periodistas ponen zancadillas a personas que corren hacia una supuesta libertad, repletos de inocencia, porque el primer acto de maldad no pueden verlo desgraciadamente, y es que se sujeten las cámaras, en vez de soltarlas y usar las manos parta ayudarles a cruzar las barreras de espinos. Libertad para el pueblo Sirio.
José Martí vivió en Estados Unidos, estuvo incluso aquí en Zaragoza, Ché Guevara subió desde el cono sur como dijo Gerardo Alfonso en su canción ¨Son los sueños todavía¨, para algunos iba liberando pueblos del yugo norteamericano, para otros todo lo contrario, Martí buscando tal vez una inspiración, algún modelo de país, según los libros que me dio la revolución para estudiar, buscaba fondos para la guerra, para comprar armas, un hombre que escribió tantas cosas bellas, como La Edad de Oro, dedicada a los niños, realmente buscaba como financiar el terror ? No creo.
Hoy el pueblo adoptivo del Ché, el pueblo nato de Martí, está subiendo desde el cono sur hacia una supuesta libertad, no puede elegir donde vivir, deben surcar un mar inmenso, furioso y asesino por naturaleza, atravesar como en la prehistoria la selva más negra y cruel, morir en mares y morir en selvas, porque los conflictos humanos de la política y esas reglas mortales, no permiten a determinados pueblos elegir en qué lugar del planeta despertar y dormir cada día. Libertad para el pueblo Cubano.
No hay decoro, ni inteligencia, ni humanidad en intentar que un pueblo quiera aquello que no es bueno para su desarrollo sentimental, económico y material o intelectual, que una persona idolatre aquello en lo que no cree. Vivir en una prisión de miles de kilómetros cuadrados es tan tormentoso como vivir en una cárcel común de cualquier prisión. No poder expresar las ideas, no poder desarrollar el potencial, la creatividad, es el verdadero estado prisionero del hombre.
Es necesario atender ese espíritu nómada que conserva el ser humano, las ganas de aventura, de descubrir, de sentirse libre. Es importante y primordial, tender las manos y abrir caminos a los congéneres que buscan la paz, es de necesidad extrema derribar las fronteras y no solo las físicas, más importante que esas, las barreras morales que existen con respecto a los movimientos de pueblos alrededor del planeta, y esa actitud debe adoptarse a corto plazo, hay mujeres, niños, hombres, ancianos y ancianas que no pueden esperar siquiera un año, porque a diario mueren cientos de ellos por causas de emigración o por intentar convertirse en un inmigrante más, miles de ellos mueren por causas como la falta de alimentos, cientos de miles por causa de la falta del agua, porque viven en territorios tan explotados, tan empobrecidos y arruinados por esos mismos que hoy impiden que sean recibidos en nuevos suelos, que no les queda otra que esperar con resignación la muerte.
Separaciones de padres e hijos, hermanos y hermanos, amigos y amigos, porque lo que llamamos suerte, le ha sonreído más a unos que a otros en cuestiones migratorias.
Este mundo no es de nadie, este plante sencillamente, no tiene dueños, hay que entender que la única norma debe prevalecer es el respeto del hombre hacia el hombre, y nadie debería dormir tranquilo, cuando sabe que hay personas que no pueden comer porque su país está arruinado o sus tierras están secas, que hay personas que no pueden simplemente pasear por un parque, porque ya no tienen parques, solo ruinas, que de sus posos no sale agua, solo barro y que para muchos no es posible ni ver las estrellas, porque de sus cielos solo caen misiles.
Las Naciones Unidas se comprometieron a trabajar juntos por promover los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en algunos países muchos de ellos son parte de sus leyes constitucionales y democráticas. Pero mientras más pasan los años, hay gente que sufre la carencia estos artículos en sus países, gente que sufre la falta de libertad de movilidad a nivel internacional, nacional o local.
Vivir en un país porque ames sus calles, sus selvas, sus mares, sus recursos, su sociedad, porque tus hijos tengan los recursos necesarios para vivir y educarse, es en realidad sin más descripción, vivir, cuando te falta todo es eso, más que vivir es morir en vida.
Libertad para el ser humano.
Por: Yasel Orlando Delis Jardines