Cádiz y la Francmasonería. Aniversario del bicentenario.
La Gran Logia de Aragón-Gran Oriente de Aragón tiene el honor de unirse a los actos conmemorativos del bicentenario de la Constitución española de 1812.Al abrigo de la actual Constitución de 1978, podríamos pensar que nuestro primer texto constitucional nomerece una alta valoración, teniendo en consideración que vulneraba derechos comola libertaddeculto, alproclamar a la religión católica como única y verdadera; como el derecho de asociación, al perseguir a lamasonería; o como el hecho de no haber aprovechado la oportunidad de abolir la esclavitud. Sin embargo, y muy al contrario, debemos considerar aquellaCartaMagnacomounaobra extraordinariaenlahistoriapolítica de España y apreciarla no solo por sentar lasbasesdeunestadoliberal, establecer la soberanía nacional, la separación de poderes, por poner final absolutismo, abolir losprivilegios de la nobleza, suprimir los señorías jurisdiccionales, que no es poco, sino también por ser el resultado de una labor humana fruto del entendimiento y del consenso. Los hombres de Cádiz debían terminar con unas estructuras absolutistas imperantes durante siglos y armonizarposturas ideológicasdivergentes.
La obra deCádiz es por ello paradigma del espíritu conciliador, abiertoe inteligenteque imperóentre los diputados doceañistas y un modelo de eclecticismo y compromiso.
Un compromiso individual, de cada uno de los diputados, con la libertadyello, enbeneficiode toda la nación y de todo el pueblo español.
Ante todo se imponía el fin del absolutismo y el inicio de la libertad y de la igualdad. La Constitución de Cádiz es por tanto el triunfo del espíritu de la francmasonería, de todos los hermanos que en ella participaron y de nuestra divisa: Libertad, igualdad, fraternidad.
